![](http://consciouswater.com/cdn/shop/articles/iStock_33649384_SMALL_4b5f856f-e60c-477e-936d-19be20abff6b_1024x1024.jpg?v=1474863648)
Los desafíos de la meditación
Hace unos años, después de hablar de los beneficios de la meditación en uno de mis talleres, un estudiante me dijo: “Bueno, lo que en realidad estás diciendo aquí es que la meditación es genial y no tiene desafíos ni efectos secundarios”.
Ese comentario me hizo darme cuenta de lo fácil que es destacar el lado positivo de la meditación y dejar de lado su potencial lado negativo. La investigación psicológica, así como nuestra experiencia personal, han demostrado lo valiosa que es la meditación: reduce nuestro estrés, profundiza el sentido de nuestra vida, alivia nuestro dolor y nos facilita el sueño.
Sin embargo, también es importante que reconozcamos los posibles peligros de la meditación que pueden surgir durante la práctica. Esto es especialmente relevante para los principiantes, que pueden experimentar uno de los desafíos que se analizan a continuación y pensar que algo no va bien. También es vital que los profesores de meditación y yoga sean conscientes de estos posibles desafíos, ya que sus estudiantes pueden encontrarse con desafíos similares y necesitar apoyo. Creo que, si pudiéramos tener en cuenta que estos posibles peligros existen, seríamos capaces de afrontarlos de una manera saludable, en lugar de interrumpir la práctica de la meditación.
La forma “correcta” de meditar
Algunos maestros o libros sostienen que su forma de meditación es la “correcta”, y llegan al extremo de descartar como erróneas otras técnicas y enfoques. Ésta es una zona peligrosa, en la que todos deben ser extremadamente cautelosos. Una de las cosas más hermosas de la meditación es que se puede practicar de muchas maneras y técnicas. Hay muchos enfoques de la meditación, y usted tendría que encontrar el que sea adecuado para usted. La flexibilidad y la apertura son el lema del juego, y las afirmaciones de que solo hay una forma efectiva de meditar son simplemente restrictivas. Practicar una técnica de meditación incorrecta podría ser una experiencia dañina para usted; si prueba un método de meditación durante un tiempo, y aún así no se siente bien, tendrá que cambiar a otro.
Enfrentando tus emociones enterradas
La interacción más profunda que experimentas en la meditación es la interacción contigo mismo. Como parte de ella, te pondrás en contacto con emociones enterradas y reprimidas. La meditación puede desencadenar oleadas de ira, miedo o celos que han estado asentadas en lo más profundo de ti y que te harán sentir incómodo. Esta es una dimensión natural y saludable de la práctica de la meditación, y estas emociones se calmarán gradualmente. Sin embargo, si no eres consciente de que la meditación puede sacar a la luz esos sentimientos enterrados, el practicante puede sentir que algo anda mal y evitar la meditación, bajo el impacto incontrolable de la ola emocional.
Ver “la luz blanca”
Es posible que hayas oído historias sobre personas que dicen que ven una luz blanca o que sienten que vuelan como un espíritu libre cuando meditan. Aunque esto puede ser un efecto secundario experiencial de la meditación, buscar este tipo de experiencias no es de ayuda. Te sentirás frustrado si no obtienes la experiencia que esperabas. Medita y deja que todo lo demás siga su curso natural.
El practicante “perfecto” de meditación
Es posible que tengas expectativas sobre ti mismo en relación con la meditación: permanecer sentado en silencio durante mucho tiempo, sentirte tranquilo después de la meditación y no enfadarte; la lista es larga. Aquí es donde reside el peligro de las expectativas. Somos seres humanos y, como tales, tenemos momentos en nuestras vidas en los que nos resulta más difícil sentarnos y meditar o sentirnos tranquilos. Es perfectamente natural.
La meditación no es una terapia
La meditación es un proceso a largo plazo, que cura y nutre. Sin embargo, si alguien enfrenta dificultades y busca ayuda, la meditación podría no ofrecerle el apoyo que espera. Es posible que necesite ver a un terapeuta para sentirse escuchado y comprendido.
La autocompasión en la meditación
Cuando, como parte de nuestra práctica de meditación, nos involucramos con sentimientos y sensaciones incómodas en nuestro interior, tenemos una obligación hacia nosotros mismos: ser autocompasivos. Existe el peligro de ir demasiado lejos, demasiado lejos, más allá de la capacidad de nuestro corazón y alma en ese momento dado. Es importante poder permanecer quieto con lo que sea que se mueva dentro de ti, pero tendrías que ser capaz de dar un paso atrás respecto del sentimiento o sensación, si es demasiado.
El peligro del desapego
El desapego es uno de los pilares de la meditación. Es la habilidad de dar un paso atrás ante cualquier cosa que suceda o cualquier cosa que sintamos, reconociendo que es transitoria y aceptando que pronto cambiará y se transformará. Esta cualidad del desapego es importante, ya que nos ayuda a no dejarnos llevar por el “drama” de la vida y a mantener la calma y la paz.
Sin embargo, este desapego no significa evitar, reprimir o despreocuparse de nada. No debemos desapegarnos de las personas y actividades que amamos y disfrutamos, ni tampoco debemos volvernos pasivos o inactivos. El desapego simplemente cambia la calidad de la relación con la vida: te permite tomar decisiones conscientes y pacíficas, porque te relacionas con las personas, los acontecimientos y contigo mismo, de una manera desapegable.
El Dr. Itai Ivtzan es psicólogo positivo, profesor titular y director del programa MAPP (Máster en Psicología Positiva Aplicada) en la Universidad de East London (UEL). Su trabajo se centra en la psicología positiva, la atención plena y la espiritualidad. Puede encontrar sus talleres, libros y trabajos científicos en su sitio web: http://www.awarenessisfreedom.com/