Meditación: Si estás lavando los platos, simplemente lava los platos.

Cualquier momento en el que somos uno con la experiencia puede definirse como meditación. Una vez que haces un esfuerzo consciente para centrar tu atención, con aceptación y apertura, cualquier experiencia es una invitación a la meditación: correr y centrar tu atención en el movimiento de tus músculos, lavar los platos y centrar tu atención en la sensación del agua en tu piel, o combinar ambas cosas nadando y manteniendo tu atención centrada en tu cuerpo mientras atraviesa el agua. La naturaleza de la actividad no importa; lo que importa es la calidad de tu conciencia (concentrada y no analítica). Recuerda, si piensas en eventos pasados ​​o futuros mientras corres, lavas los platos o nadas, no estás meditando, porque tu mente está procesando pensamientos que te están alejando de la experiencia en sí. Una mente errante es un factor esencial para romper la “unidad”, la idea de ser uno con el momento. Siempre que diriges tu atención a una determinada actividad sin analizarla, te vuelves uno con ella. Cada parte de tu atención se centra en ese objeto y te unes, a nivel experiencial, con lo que sea que estés haciendo. Se trata de una unión entre tu conciencia y la actividad. Esta unión se pierde cuando tu mente interfiere reaccionando; tu conciencia se aleja entonces de la actividad misma para pensar en ella. Pensar en algo no significa estar con ello. Ser y pensar son fundamentalmente diferentes. Ser sólo significa experimentar el momento, sin pensar. Si el momento es una invitación a bailar, y mueves tu cuerpo libremente, todo lo que eres es ese flujo de movimiento que no tiene por qué tener ningún sentido, ya que es libre y natural. Es entonces cuando eres uno con el momento, con la actividad. Tu conciencia y la actividad están unidas. Tú eres la danza, y nada más existe. Pero si tu mente interfiere con la danza, aleja tu conciencia de la experiencia y rompe la unión. Ya no eres uno con la danza; estás pensando en la danza en lugar de meditar.

¿Qué significa exactamente ser uno con el momento? Esto significa que eres completamente uno con lo que sea que hagas: cuando lavas los platos, por ejemplo, todo lo que haces es lavar los platos; no piensas, deseas, sueñas ni recuerdas nada más. Muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sin ser uno con nuestras experiencias. Nos sentamos a tomar una taza de té y pensamos en el informe que debemos escribir, nos sentamos a escribir el informe e imaginamos los platos que hay que lavar, lavamos los platos y pensamos en la conversación que vamos a tener con un amigo, hablamos con nuestro amigo y soñamos con tomar una taza de té tranquilamente. Esto es absurdo: los momentos nos invitan constantemente a experimentarlos tal como son, y parece que rechazamos constantemente la invitación y nos desviamos a otro lugar. Lo que realmente ocurre es que nos perdemos en nuestra propia mente. Soltar la cadena de pensamientos que sigue a la actividad y simplemente centrar nuestra atención y sumergirnos en la experiencia abre una forma alternativa de ser, la meditativa.

Escrito por el Dr. Itai Ivtan -

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