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Tener una opción
¿Es posible vivir sin conceptos del ego (patrones de pensamiento en nuestra mente)? ¿Qué sensación nos produciría dejar ir cada uno de ellos? Esta pregunta no tiene nada que ver con el trabajo psicoespiritual. En esta etapa, no estamos hablando de la experiencia de vivir sin ningún concepto del ego, sino de la idea de tener una opción. En este momento, interviene un concepto del ego, te aleja de la experiencia tal como es y provoca una reacción. Todo el proceso es automático. No tienes voz ni voto en él. Al practicar meditación, yoga o cualquier otra práctica relevante, tu relación con tus conceptos del ego cambiará lentamente. En lugar de tomarte por sorpresa, interferir en tu vida e influir en ella, se convertirán en una parte de ti que podrás observar y reconocer. El reconocimiento te ofrece una opción, y cuando tienes una opción, ya no estás esclavizado a estos patrones. Es cierto que esto requiere tiempo y dedicación, pero si realmente te dedicas a la práctica, con el tiempo te darás cuenta de que eres capaz de reconocer el proceso mientras está en curso. Imagina que tu pareja está haciendo algo que te ha enfurecido en el pasado. Si practicas esto con regularidad, podrás notar cómo esta acción enciende tu ira. Podrás verlo cuando sucede y después de un tiempo antes de que suceda. Con esto quiero decir que podrás notar que tu pareja está haciendo algo que entra en conflicto con tus expectativas y necesidades (el concepto del ego), y tendrás la opción de decidir si deseas o no permitir que este concepto del ego en particular dicte lo que sucederá a continuación.
Esto nos lleva a un punto importante: aunque la situación y las acciones de tu pareja sean neutrales y sean tus propias necesidades las que las hagan parecer “incorrectas”, esto no significa que debas aceptarlas automáticamente. Si notas que una persona o una situación no son adecuadas para ti, puedes optar por dejarlas ir y seguir adelante. Sin embargo, observa el gran cambio que se ha producido: en el pasado, habrías culpado a esa persona o situación, suponiendo que algo andaba mal con ellas. Ahora entiendes que la percepción de que esas personas o situaciones son problemáticas surge de tus propios conceptos del ego. Ahora puedes tomar una decisión consciente. Trabajando con tu concepto del ego, puedes decidir si quedarte o irte. Una vez que seas capaz de discernir que es tu propia percepción la que te hace sentir como te sientes, aprenderás a asumir la responsabilidad. Tendrás una opción.